“Ningún lugar está desprovisto de genio”. Así cuando quería instalarse en algún lugar, el romano debía, primero, interrogar al genio que allí residía negociando con él para que estuviera de su parte, costara lo que costase. Contrariar al pequeño dios equivalía a condenar la futura casa a la catástrofe. Por lo tanto, había que empezar por comprender el sitio donde se construiría la vivienda: escuchar, mirar, observar las características del suelo y las aves que sobrevolaban el terreno, penetrar más allá de las apariencias en el misterioso espacio en el que se ocultaba lo divino. Por más que fueran ingenieros o guerreros, los romanos sabían que habían de mostrarse humildes ante el mundo, que no se entra en un lugar como conquistador, sino como invitado.
La Dehesa de Tablada es un espacio mayoritariamente virgen a pesar de haber sido objeto de usos militares, agrícolas, ganaderos… de haber sido modificada por las mareas y las inundaciones… de haber servido de base a acontecimientos históricos de gran repercusión y de sufrir la dejadez habitual de las periferias de las ciudades.
Los valores paisajísticos del lugar son excepcionales y muy desconocidos, pues está conectada a pie o en bicicleta con la ciudad solo por una reciente pasarela, y separada de ésta por la gran serpiente de tráfico de la circunvalación. Es el único lugar cercano a la urbe desde el que la mirada puede perderse en el horizonte, adivinándose, a lo lejos, Doñana, y avistándose sus aves, como la garza real o el águila calzada.
Es un espacio frágil, delicado como un velo de semillas milenarias que no ha sido tocado y que aspira a permanecer así, como paisaje extraordinario, como una gema plana y opaca, una losa que sujeta a la ciudad y sus cimientos, antes de deshacerse en los limos del delta del Guadalquivir. Su puesta en valor como paraje natural es necesaria, pero ha de hacerse con delicadeza, respetando los ritmos naturales del entorno, preconizando y protegiendo la maravilla de Doñana.
Paseo por la cornisa de Gelves, Mairena del Aljarafe y San Juan del Aznalfarache: Corredor verde metropolitano.
Talleres y visitas a la Dehesa de Tablada y la cornisa del Aljarafe.